Desde hace mucho, cuando llega el invierno buscamos soluciones con las que protegernos frente a los patógenos que nos atacan todos los años, o frente a los que surgen nuevos como el coronavirus. Aquí es donde entran en juego los probióticos.
La flora intestinal es la población de microorganismos que habitan en el intestino, mayoritariamente en el colon, compuesta por la friolera de unos cien billones de bacterias (que equivalen a diez veces las células de todo el organismo).
Hoy os vamos a hablar de los probióticos, llevan algunos años ya en nuestro mostrador y en la web. Pero los avances que se están haciendo en cuanto a su formulación están siendo muy importantes.
Los primeros probióticos que se lanzaron al mercado se centraban sobre todo en tratar síntomas gastrointestinales, pero poco a poco los laboratorios han comercializado nuevas cepas para todo tipo de patologías.
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Pero, ¿Qué es un probiótico?
Un probiótico es un producto sanitario que incluye cepas vivas de algunos microorganismos beneficiosos para nosotros en cantidades elevadísimas. Se habla a veces que una cápsula de probiótico contiene las bacterias de setenta yogurts. Lo más importante, además de su beneficio, es la calidad con la que se fabriquen y la selección de cepas, ya que para que puedan funcionar adecuadamente deben superar la barrera ácida del estómago y continuar vivos hasta el intestino, donde actúan.
Cuando nuestro organismo está sano, hay un equilibrio entre estas bacterias y el intestino, pero este puede romperse como consecuencia de mala alimentación, estrés o toma de algunos medicamentos. En esos casos, el consumo de probióticos puede ser útil para restablecer la normalidad.
No hay que confundirlos con los prebióticos, que son sustancias que favorecen el crecimiento de flora intestinal beneficiosa, los mas famosos son los fructooligosacáridos. Un probiótico es mas beneficioso, pero la combinación de los dos productos potencia mucho su acción.
Podemos encontrarlos en sobres y en cápsulas, cuando el laboratorio nos da garantías de que se ha estudiado la gastrorresistencia de la bacteria, nos es indiferente usar uno u otro, si no es así es preferible la cápsula, ya que al proteger del ácido permite que lleguen más bacterias al intestino. Entre las marcas más reconocidas en fabricación de probióticos se encuentra Pileje, aunque hay otras marcas que también tiene una calidad más que aceptable.
Para que un producto pueda considerarse como probiótico debe cumplir una serie de características:
- Ser biológicamente seguro, es decir, que no exista ningún riesgo, en ninguna circunstancia, tras su ingestión. Si cumple esa condición, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria le incluye en las listas de organismos GRAS (siglas de “generalmente reconocidos como seguros”) y QPS (siglas de “presunción cualificada de seguridad”).
- Resistir las condiciones del medio gastrointestinal, es decir, la acidez del estómago y la acción de los jugos digestivos y las sales biliares. No olvidemos que se necesita que esos microorganismos lleguen vivos al intestino grueso.
- Ser capaz de adherirse a la mucosa intestinal para poder modular la respuesta inmunitaria.
- Demostrar capacidad de producir sustancias antimicrobianas, es decir, antibióticos activos contra los gérmenes nocivos.
¿Cómo funcionan los probióticos?
Algunos actúan formando un tapiz sobre la mucosa intestinal, evitando que los patógenos puedan atacarla. Otros van a secretar sustancias antiinflamatorias que frenan el desarrollo de la enfermedad. La última novedad son los probióticos que estimulan el sistema inmune. Estos incluyen cepas que liberan sustancias inmunoestimulantes que actúan sobre el sistema inmune intestinal consiguiendo una respuesta en el resto del organismo. Un ejemplo es el Lactibiane Immuno, que además incluye vitaminas C y D, que ayudan a potenciar la respuesta y prebióticos en el mismo comprimido.¿Los probióticos son aptos para todos?
En principio si. En niños, por ejemplo, no se recomienda hasta los 6 años, aunque existen probióticos infantiles que si que se pueden tomar y conviene utilizar. Tampoco se recomiendan en pacientes con enfermedades auto-inmunes, ya que puede interferir con el tratamiento, ni en pacientes con el sistema inmune extremadamente debilitado, como los pacientes oncológicos. En este caso lo mejor es consultar con el médico en cada caso. En el resto de personas es muy recomendable su utilización.¿Qué probiótico elijo?
Nosotros recomendamos Pileje, son probióticos muy estudiados y funcionan muy bien, pero si se duda cual emplear lo mejor es preguntar o informarse bien, ya que tiene una gama muy amplia para adaptarse a cada paciente. Si se busca repoblar la flora intestinal después de un antibiótico, una opción económica es Neovital Probiotic Complex, que para personas con buen estado de salud es adecuado.
