Es fundamental conocerlo bien para saber cómo curar el herpes labial correctamente.
El herpes labial son unas pequeñas ampollas llenas de líquido que aparecen en labios, dentro o alrededor de la boca. Esas ampollas se agrupan normalmente en racimos y la piel que se encuentra alrededor de la boca, suele presentar enrojecimiento e inflamación.
El primer síntoma que indica la aparición del herpes labial es una sensación de quemazón o de hormigueo justo en la zona en la que después aparecerá la pequeña o pequeñas ampollas.
Las ampollas que salen se terminan rompiendo y supurando un líquido transparente. Al cabo de una semana o de un máximo de diez días, se forma una costra y cicatrizan.
La causa del herpes labial es el Virus Herpes, un virus contagioso que se produce en mayor número en la infancia. La prevalencia del virus asciende con la edad, ya que aproximadamente un 90% de personas adultas lo portan, aunque no todos ellos padecen herpes labial, sino que en realidad, sólo una tercera parte de los portadores del virus, desarrollan herpes labial.
El virus Herpes se propaga mediante el contacto directo con las ampollas o la saliva de la persona que lo padece.
Además desde el momento en el que una persona se infecta con el Virus Herpes, lo padecerá de por vida, ya que se mantiene latente en las principales terminaciones nerviosas de la cara.
El herpes labial es una infección de los labios, que también puede aparecer en la boca o encías, provocando unas pequeñas ampollas dolorosas, que vulgarmente conocemos como calenturas.
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¿Cómo se contagia el herpes labial?
Se trasmite por contacto directo con la piel del portador del virus -el 80% de la población mundial es portadora-. Se trata de una enfermedad tan común, que casi todos los habitantes del planeta la sufrirán al menos una vez a lo largo de sus vidas.
Cuando el virus entra en contacto con la piel, penetra en el organismo y se replica. Las réplicas reposarán en los ganglios nerviosos en estado latente hasta que algún factor de los citados reactive el virus; migrará de nuevo a su lugar de origen, la mucosa labial, donde formará la ampolla.
Síntomas y fases del herpes labial
Comezón en los labios o en la zona de alrededor de la boca son síntomas que indican que puedes tener herpes labial, pero también ardor y hormigueo en toda la zona de la boca y labios.
Las ampollas pueden aparecer en la garganta, boca y labios siendo un brote cuando aparecen muchas ampollas. No obstante, antes de que aparezcan esas ampollas características, se puede sentir dolor de garganta o inflamación de los ganglios, y también fiebre.
El virus del herpes se puede desarrollar por diferentes factores, como los estados febriles, el estrés o los cambios hormonales como la menstruación.
Una gran mayoría de las personas que se infectan por el virus Herpes no llegan a padecer nunca un herpes labial, pero las personas que sí lo padecen deben conocer que el herpes labial consta de seis fases:
- Hormigueo: se nota un hormigueo, quemazón, hinchazón, picazón, etc., en la piel, antes de que aparezcan los signos más visibles del virus. Esta fase, denominada de hormigueo, puede durar desde tan sólo unas horas hasta alrededor de un par de días.
- Hinchazón y enrojecimiento: en esta fase se presenta, a continuación del hormigueo inicial, una inflamación y un enrojecimiento de la piel, que son los primeros síntomas visibles del herpes labial. Primero se verá una zona hinchada y roja, que después pasará a presentar una elevación visible que denominamos pápula.
- Ampolla: si no hemos podido controlar aun el herpes labial, y la fase en la que aparece la pápula avanza, entonces la zona donde ésta se encuentra se irá transformando lentamente en una ampolla, o conjunto de ampollas que se unen como en un racimo formando una gran ampolla llena de líquido.
- Lesión abierta: la ampolla se rompe y se une a otras ampollas presentando una lesión abierta que supura. En esta fase debemos aumentar las precauciones porque es en la que se provocan más contagios, ya que es muy fácil entrar en contacto.
- Formación de la costra: una vez que hemos superado la fase de lesión abierta, la herida comienza a cicatrizar, secándose y formándose una costra. La piel se irá regenerando y la herida se cerrará.
- Cicatrización: una vez que la herida se cierra, la lesión se cura y la costra se cae para que la piel vuelva a su estado natural.
Las principales causas de aparición del herpes labial son seis, y aunque no a todo el mundo le aparecen por as mismas causas, si conoces cual es la que desencadena tu herpes en tu caso concreto, podrás al menos prevenir la aparición de nuevos brotes.
Los seis factores desencadenantes del herpes labial son:
- Cansancio, estrés y enfermedad
- Rayos ultravioletas
- Hormonas
- Frio y el invierno
- Catarro, gripe y fiebre
- Traumatismos en la boca
Cómo curar el herpes labial
En la actualidad podemos encontrar diferentes tipos de tratamientos para curar el herpes labial, como los bálsamos o cremas específicas.
También podemos tratar el herpes labial con parches que se colocan sobre la ampolla, siendo tan discretos, que incluso se pueden ocultar bajo el maquillaje.
Cuanto antes utilicemos estos tratamientos, antes conseguiremos curar el herpes labial. Si ya lo has padecido anteriormente será más fácil que identifiques los primeros síntomas, es entonces cuando debes aplicarte las cremas y tratamientos para curar el herpes labial.
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Complicaciones del herpes labial
Casos graves de herpes labial
En pacientes inmunodeprimidos, como quienes presentan una infección avanzada por el VIH, el virus del herpes puede desencadenar síntomas graves y de mayor recurrencia; en casos raros, incluso provocar serias complicaciones como encefalitis o queratitis (infección ocular).
Herpes neonatal
Aunque es inusual, el virus VHS-1 también puede contagiarse durante el parto desde una madre infectada en las vías genitales al recién nacido. El herpes neonatal es una afección rara y en ocasiones mortal. El riesgo aumenta si la madre contrajo la infección al final del embarazo.
Los síntomas recurrentes del herpes labial, con el deterioro de aspecto físico más o menos evidente, pueden conllevar para el afectado cierta estigmatización social, con el consiguiente padecimiento psicológico que implica.
Prevención del herpes labial
El VHS-1 es igualmente contagioso durante los episodios de herpes sintomático y también puede transmitirse en ausencia de síntomas. Quienes padecen síntomas activos deben evitar el contacto bucal con otras personas ni compartir cubiertos u objetos que hubieran estado en contacto con su saliva.
También deben abstenerse del contacto bucogenital para evitar la transmisión del virus a los genitales de la pareja; quienes ya padecen la infección por VHS-1 no pueden volver a contagiarse, pero sí contraer una infección genital por el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2). El empleo correcto de preservativos previene la propagación del herpes genital, aunque sólo reduce el riesgo, puesto el herpes genital pueden afectar a zonas de piel que no lleguen a proteger. Hoy conocemos que el VHS-2 y el VIH se influyen mutuamente, y la infección por VHS-2 multiplica por tres el riesgo de contraer VIH.
Existen investigaciones en curso para hallar métodos preventivos tales como vacunas, aunque se encuentran todavía en fase de estudio. La Organización Mundial de la Salud y otros organismos asociados tratan de acelerar las investigaciones para la implementación de nuevas estrategias de control y prevención de las infecciones neonatales y genitales causadas por el VHS 1 y VHS 2. Entre los objetivos de esas investigaciones se encuentra el desarrollo de las citadas vacunas contra los VHS y microbicidas de uso tópico.
