Hoy vamos a hablar de las plantas medicinales, algo que todos hemos utilizado alguna vez pero que se suele utilizar y conocer bastante mal. Tenemos que tener en cuenta tres puntos importantes a la hora de elegir si vamos a utilizarlas.
1 ¿Son iguales todas?
Este es el principal problema. Lo ideal es utilizar la planta recién recolectada y en una época en la que tiene una concentración de principios activos ideal. Es lo que se lleva haciendo desde siempre en el campo y en los pueblos. Hoy en día o estamos lejos de las zonas de recolección o no sabemos cuales son las que podemos tomar.
La concentración de principios activos cambia muchísimo en función de la forma de secado de la planta, el calor los oxida, pero es lo más barato. También influye la parte de la planta que se utiliza, como en la manzanilla, la parte activa es únicamente el botón amarillo y separarlos es difícil. También de la forma de almacenaje una vez acabado el proceso.
Lo ideal es usar una planta fresca recién recolectada, o secada a temperatura ambiente y con poca luz un largo periodo de tiempo o la última tendencia que es congelarlas recién recolectadas y pulverizarlas en frío para evitar la degradación con el calor.
2.¿Infusión, cápsulas, jarabe?
Nosotros recomendamos las cápsulas de planta pulverizada porque nos garantizan normalmente más principio activo. Lo fundamental es si el fabricante nos asegura la concentración de estos con estudios de laboratorio. Cuando esto es así, parece en la caja una leyenda en ingredientes como la de la foto.
De todas formas, en las infusiones a veces aparecen también y hay marcas que aunque no nos lo indiquen tienen una calidad altísima, como las infusiones de Bio3. Aquí para diferenciar la calidad os recomendamos que os fijéis en las bolsas después de realizada la infusión. Normalmente la diferencia entre una buena y una mala se ve a simple vista. En las malas la bolsa parece tener dentro una pasta del mismo color marronáceo y en las que tienen planta tratadas en condiciones se ven los restos de las distintas plantas y tienen otro tono. También podemos fijarnos en como esta unida la cuerda a la bolsa, si es con grapa metálica esta garantizado que no será buena.
3. ¿Qué producto necesito?
Aquí viene la pregunta clave, no es lo mismo querer tomar una manzanilla porque nos sabe rica que buscando un efecto medicinal. Si solamente se busca el sabor y un efecto terapéutico muy ligero con cualquier infusión casi siempre lo conseguiremos, aunque la diferencia de la bolsa entre unas y otras es pagar 15 o 25 céntimos en el caso de las infusiones ecológicas de Bio3 y una infusión estándar de supermercado(Las de aboca que son excelentes ya son algo más caras).
Si buscamos un uso medicinal, ya hablamos de fitoterapia, tenemos que asegurar una dosis a lo largo del tiempo y que aquello con lo que vayamos a trabajar funcione realmente. Aquí ya estamos hablando de salud y no de buscar buen sabor.
4. ¿Interaccionan las plantas con mi tratamiento?
La mayoría de ellas no, pero hay algunas que si. El hipérico y el pomelo por ejemplo no se deben usar a la vez nunca, el regaliz sube la tensión, el ajo interacciona con anticoagulantes en las próximas entradas del blog volveremos a escribir de este tema hablando de algunas plantas en concreto