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Las pieles atópicas sufren diferentes tipos de lesiones, según el grado y la intensidad de la dermatitis en si y de la zona donde aparezca. Es por ello que podemos aplicar diferentes tratamientos que pueden servirnos de gran ayudar para tratar las pieles atópicas y conseguir los mejores resultados.

En Farmacia GT disponemos de las cremas para pieles atópicas que puedas necesitar, a unos precios realmente inmejorables, siendo todas ellas de marcas de reconocido prestigio.

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Si sufres de dermatitis atópica y además de falta de tiempo … Farmacia GT es tu solución porque puedes comprar online, sin horarios, en su parafarmacia a la hora que mejor te venga, con total comodidad, los productos que necesites para cuidarte y tratar tu dermatitis atópica.

Disponemos de las mejores cremas para tratar las pieles atópicas, tanto para la piel del rostro como para cualquier otra parte del cuerpo.

Del mismo modo, podrás encontrar tanto tratamientos que cubran las pieles más dañadas como tratamientos de mantenimiento.

En nuestra sección dedicada a las pieles atópicas además de las cremas que aquí te estamos mostrando también podrás encontrar otros artículos como gel o champú.

 

¿Qué tipo de piel es la atópica?

La piel atópica es una enfermedad inflamatoria, crónica y no contagiosa. Las personas con dermatitis atópica suelen tener brotes en los que aparecen pequeñas erupciones en el cuerpo y en el cuero cabelludo que provocan picor severo, eccemas o sequedad extrema.

¿Qué causa la dermatitis atópica?

Los expertos confirman que la principal causa de la enfermedad es la predisposición genética. Además, puede haber otros factores ambientales, alérgicos y alimenticios que la desencadenan y/o la agravan.  Cuando la piel es permeable permite la entrada de alérgenos (ácaros, polen, etc.) y bacterias que provocan reacciones inflamatorias. Por otro lado, factores como los productos químicos que se aplican a la piel, el calor, el estrés e incluso ciertas prendas de ropa pueden desencadenar brotes de eccema.

¿Cuánto tarda en irse una dermatitis atópica?

La dermatitis atópica afecta al 20 % de los niños y casi 3 % de adultos y se trata de una patología crónica, es decir, una enfermedad de larga duración para la cual no hay un tiempo mínimo establecido. Lo habitual es que los niños con dermatitis atópica la presenten durante, al menos, 6 meses. Durante el tiempo de dermatitis no se presenta eccema a diario, sino que en ocasiones se tienen períodos de remisión en los que apenas hay lesiones en la piel y períodos de brote en los que aparecen placas de eccema. En la mayoría de casos, a medida que pasan los años estos brotes son más leves y se dan con menor frecuencia hasta que llega un momento en el que suelen desaparecer. Es por ello que en algunos casos se trata de una enfermedad autorresolutiva.

Aproximadamente un 50 % de los casos se soluciona antes de los 4 años de edad y hasta un 75 % en la pubertad. Pese a ello, un 25 % de los casos no consiguen mejorar y perdurar toda la vida. En estos últimos casos, hay pacientes con brotes constantes y otros que solamente los presentan.

Se estima que aproximadamente un 50% de los casos de Dermatitis Atópica se solucionan antes de los 4 años de edad y hasta en un 75% en la pubertad. No obstante, hay un 25 % de los casos que no consiguen esta mejoría y perduran a lo largo de toda la vida. En estos casos, habrá algunos pacientes que tengan brotes constantes de la enfermedad y otros que únicamente presentan brotes intermitentes y puntuales de eccema. 

¿Cómo saber si mi bebé tiene dermatitis atópica?

En los bebés, la dermatitis atópica aparece principalmente en las zonas convexas de la cara (frente, barbilla, mejillas) de forma simétrica y en la parte externa de las extremidades (piernas y brazos).

Existen varios signos que indican que el bebé tiene dermatitis atópica:

  • La piel del pequeño está muy seca, aunque se hidrate con frecuencia. Es áspera al tacto y tiene descamación en algunas zonas.
  • El bebé tiene placas rojas en la barbilla, las mejillas, los brazos y la tripla.
  • El bebé tiene picor y se rasca en las zonas afectadas.
  • El niño tiene dificultades para conciliar el sueño.